EN LA CORTE DE BROOKLIN TOCÓ DECLARAR A OSCAR NAVA VALENCIA CONTRA GENARO GARCÍA

Del aullido al ladrido. 

El testigo número 8 se presentó hoy en la corte de Brooklyn, vestido de amarillo llegó Oscar ”El lobo” Nava Valencia, quien fue cabecilla del cártel del milenio. Allí afirmó haber entregado más de 10 millones de dólares al entonces Secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna. 

El lobo estuvo dando testimonio de su estrecha relación de amistad y negocios que en su momento tuvo con capos de la mafia, los apellidos de Guzmán, Zambada, Beltrán, Villarreal, Coronel, Esparragoza, se escucharon en repetidas ocasiones. Narró como se enemistaron y esto dio surgimiento a guerras internas donde hubo cientos de muertos y aceptó que él ejecutó y torturó personas previa comprobación de ser las indicadas. Citó países de Sudamérica con los que la mafia mexicana guarda nexos y son origen de cargamentos de toneladas de cocaína que trafican y tienen como destino Estados Unidos. 

Por su parte, el Juez Brian Cogan, antes de dar inicio a la sesión, comentó una moción ingresada por la defensa de García Luna, la cual se queja del frecuente uso de rumores y nula identificación de fuentes que maneja la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York. “No voy a permitirla difusión de rumores y los testigos deben de ser capaces de identificar las personas de las que obtuvieron la información” exigió el juez.  

Llegó el momento de la defensa de García Luna, hoy al frente Florian Miedel quien con su excelente desempeño hizo dudar al jurado cuando logró poner nervioso y confuso al “Lobo”. El contrataque fue claro y directo, le cuestionó que entre el 2011 y el 2020, en 10 años de colaboración con las autoridades estadounidenses (con lo que logró reducir su condena en un 33 por ciento) jamás hubiera citado ni implicado el nombre de García Luna ni el de Cárdenas Palomino, a lo que Nava respondió “uno siente miedo”. 

Miedel hoy puso contra la lona al “Lobo”, mientras todo eso sucedía, Garcia Luna lucia animoso y confiado en su equipo legal, y, como la es costumbre, al cierre de la jornada en el tribunal, tuvo su intercambio de besos y te amo a la distancia con su esposa.

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